HISTORIA DE LA OFIMÁTICA
La ofimática o también, la automatización de la oficina moderna, empezó con la máquina de escribir y con la aparición de la fotocopiadora. Gracias a estos dos importantes inventos el hombre consiguió mecanizar tareas que antes eran totalmente manuales. Pero la real revolución de la automatización de la oficina moderna llegó con las computadoras.
La ofimática es un acrónimo compuesto por oficina e informática. Es por eso que hace referencia a la automatización de los procesos y comunicaciones que se realizan en una oficina. Son todas aquellas técnicas, aplicaciones y herramientas informáticas que se utilizan e funciones de oficina para optimizar, automatizar y mejorar los procedimientos o tareas relacionados. La ofimática apareció con la intención de mejorar la gestión de datos, el almacenamiento de la información y el intercambio de datos.
La ofimática nació en los años setenta cuando se empezó a producir el reemplazo de las máquinas de escribir por las herramientas de procesamiento de texto dentro de las empresas. Esto hizo que todo proceso que involucrara la escritura se volviera mucho más eficiente. Muchas de las actividades empresariales que antes se realizaban de forma manual, comenzaron a automatizarse y así, la acción humana dentro de la empresa empezó a perder fuerza y a substituirse por la presencia de la informática.
Como consecuencia de la incorporación de la computadora al ámbito de la oficina, se empezaron a desarrollar distintas aplicaciones especializadas para realizar los trabajos más comunes. Fue así como aparecieron las planillas de cálculo, los procesadores de texto y motores de bases de datos adaptados a esta nueva situación. Con el paso del tiempo estos programas fueron desarrollándose. Hoy en día, los mismos tienen una intuitiva interfaz gráfica que habilita un control exhaustivo de las posibilidades más complejas.
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